El vino rosado, el gran incomprendido de la historia. Nunca un tipo de vino había gozado de tanto desprestigio como los rosados… estoy hablando de hace unos años, claro. Pero en parte esta mala fama se la había ganado a pulso, empezando por los propios bodegueros que ya fuera por desinterés en hacerlo bien o por falta de medios y desconocimiento, ayudaban a extender esta mala reputación.
Y es que normalmente eran vinos que se elaboraban con uvas de menor calidad, de viñas no tan buenas o simplemente porque no se tenían los suficientes conocimientos para elaborar un vino tinto de cierta calidad y aquellos racimos se dejaban para hacer rosado.
Vinos como los populares claretes (mezcla de vino blanco y vino tinto, tradicionalmente elaborados en la zona de Cigales y el norte de Castilla) o los rosados de Navarra (vinos elaborados a base de Garnacha, fuerza alcohólicos y torpes) contribuyeron a extender el tópico que un vino rosado no tenía personalidad ya que quedaba a caballo entre un vino tinto y un blanco, pero sin ser ni una cosa ni otra.
Y es que un buen vino rosado es más difícil de elaborar lo que parece! Se deben seguir criterios de calidad, controlando todo el proceso desde la viña hasta una elaboración esmerada que potencie su carácter afrutado y aromático, que lo haga suave, equilibrado y goloso en boca. Un vino que tenga su propia personalidad, que nos dé placer por lo que es y sin compararlo ni con tintos ni blancos. Su consumo se recomienda en el primer año, año y medio, pero en las buenas añadas puede llegar a aguantar hasta más de dos años. Ideal para aperitivos, arroces, fideuá, tostaditas con salmón ahumado, ensalada de gambas… y evidentemente para tomarse a copas a media tarde. Hoy es Sant Jordi, libros, rosas y quiero recomendar un rosado: Saó rosat 2011.
Elaborado por Celler Mas Blanch i Jové (DO Costers del Segre, comarca Les Garrigues), está elaborado con las variedades Garnacha y Syrah, y ha sido uno de los descubrimientos del año, tanto por los vinos como por la bodega (otro día le dedicaré un post exclusivo, lo vale). Un rosado de diccionario, que cumple lo que debe ser: aroma intenso, embriagador que te arrastra la nariz hacia dentro, de caramelo de fresa con un punto de eucalipto.
Boca potente y equilibrada, suculenta, golosa pero fresca de una suave acidez. Largo y delicioso. Ñam! Precio: 8,50 € aprox. Con este post dejo clara mi apuesta por los rosados de calidad y os animo a que probéis rosados, muchos rosados. Buen Sant Jordi y salud!