¿Buscas los mejores vinos del Priorat? A continuación te explicamos, punto por punto, cada uno de los que nosotros consideramos los mejores productos de esta zona tarraconense.
El Priorat es una denominación de origen calificada (DOQ) vitivinícola ubicada en la provincia de Tarragona, en Cataluña. Es conocida por producir algunos de los vinos más prestigiosos del mundo y suelen ser vinos tintos intensos, elegantes y de gran complejidad. En términos de clasificación, los vinos del Priorat se dividen en diferentes categorías: desde vinos jóvenes y frescos, hasta vinos de alta gama. En este artículo te hablamos de algunos de ellos: 7 de los mejores vinos del Priorat.
Clos Mogador
René Barbier fue uno de los pioneros en demostrar la capacidad de Priorat para producir vinos de clase mundial. Su bodega, Clos Mogador, fundada a finales de los 80 en Gratallops, es famosa por producir vinos que combinan la potencia con la elegancia. Además, destaca por promover una agricultura muy respetuosa con el entorno, fruto de largas generaciones apasionadas por el vino. Su vino insignia es una mezcla de Garnacha y Cariñena con un poco de Syrah y Cabernet Sauvignon, cada uno aportando a la composición final.
Clos Mogador se caracteriza por sus aromas de frutas oscuras, especias y un toque mineral que refleja el suelo pizarroso, llamado llicorella, del Priorat. En boca, la fruta madura y el calor se equilibran con una acidez vivaz y un largo y sedoso final. Su crianza de 18 meses en barricas de roble francés aporta matices tostados, complementando los sabores de fruta madura y las notas minerales propias del terroir. Este es un vino que refleja su terruño y muestra el potencial de la Garnacha en manos expertas.
Un vino icónico. El gran vino del resurgir del Priorat a principios de los 90 y una leyenda viva, que los mejores restaurantes del mundo deben tener en sus cartas.
Ferrer Bobet selección especial
Ferrer Bobet es una bodega fundada en 2004 por Sergi Ferrer-Salat y Raül Bobet, con el propósito de elaborar vinos de alta expresión. Su Ferrer Bobet Selecció Especial es un homenaje a la uva Cariñena, procedente de viñas de más de 100 años. Tras una crianza de unos 18 meses en barricas de roble francés, el vino revela una paleta aromática de frutas negras, notas balsámicas, toques especiados y una notable mineralidad. Su entrada en boca es poderosa, con un paso marcado por la fruta madura y un final mineral y muy largo.
Sergi y Raül llegaron al Priorat a principio de la década del 2000 con un objetivo: elaborar vinos de uva Cariñena, tantos años siendo la actriz secundaria de la zona. Y dieron en el clavo al observar que las viñas más viejas de esta variedad daban una calidad y complejidad que muchos desconocían.
Este Selecció Especial es la demostración que la Cariñena está en el buen camino de ser la gran variedad del Priorat y la que conquistará el mundo.
Roca Grisa (Marco Abella)
Ubicada en Porrera y fruto del proyecto de David Marco y Olivia Bayés, la bodega Marco Abella se caracteriza por la gran altitud de sus viñedos. Unos viñedos que forman parte de una larga trayectoria familiar que se remonta más de 500 años, interrumpida por las plagas de la filoxera y retomada en 2005, año en que se pudo construir la actual bodega. Un proyecto personal de este matrimonio. Un proyecto de vida, entregada a la pasión por el vino bien hecho.
Los vinos de Marco Abella suelen elaborarse a partir de un coupage de diferentes variedades de uva propias de del Priorat, como la Garnacha, la Cariñena y la Garnacha Blanca.
Su vino más emblemático es el Roca Grisa, un vino monovarietal de uva Cariñena, variedad estrella en las laderas de Porrera. Se trata de uno de los vinos más exclusivos del Priorat con menos de mil botellas al año. Y es que sale de una muy acurada selección de pocas cepas plantadas en las partes más altas del municipio, es decir, viñedos más frescos por su altura y por estar permanentemente refrescados por la brisa que sopla todo el día.
¿Resultado? Un vino de gran frescura, carnosidad y elegancia. Además, su proceso de maduración es lento debido al frío y la gran acidez de su uva, por lo que el vino consigue tener un aroma intenso y de gran concentración, con notas de grafito, cerezas, y un final balsámico muy seductor.
El Cel (Merum Priorati)
Situada a pocos metros del centro de Porrera y fundada en 2013, Merum Priorati es una bodega joven, pero con un fuerte compromiso con el respeto al terroir y la autenticidad.
En pocos años ha conseguido situarse como una de las bodegas de referencia de la DOQ y es que gracias a contar con un excepcional viñedo y uno de los mejores enólogos de la zona, sus vinos han escalado en calidad y prestigio internacional. Hasta el punto que uno de sus vinos fue considerado como el 4º mejor del mundo por la prestigiosa revista vinícola Wine Spectator.
La bodega se centra en la elaboración de vinos de producción limitada que muestran el territorio único del Priorat, a partir de la mezcla de variedades de uva autóctonas, siendo las más comunes la Garnacha y la Cariñena. Los vinos tienen un pequeño aporte de las foranas Syrah y Cabernet Sauvignon.
Este es el caso de su buque insignia El Cel, con un cupage de estas cuatro variedades y una crianza de 18 meses en barricas nuevas de roble francés de los mejores bosques.
Se elaboran alrededor de 3.000 botellas al año y es que tan solo se usan uvas de las cepas situadas en lo más alto de su finca. Unos terrenos pobres, que dan rendimientos muy bajos, pero de excelente calidad.
El resultado es un vino carnoso, intenso, jugoso, con una buena acidez que hace salivar y alarga el sabor. De aromas concentradas y complejas, entre fruta madura, mineralidad y especias. Un vino pensado para consumir ahora o guardar durante más de 10 años.
Cal Batllet Escanyavella
En el corazón de Gratallops encontramos Cal Batllet, una micro-bodega fundada en el año 2000 tras la restauración de la antigua bodega familiar en una tradicional casa de pueblo con todo el encanto de su autenticidad. Marc Ripoll es un vigneron que cogió las riendas de los viñedos de la familia con el objetivo de no vender las uvas, sino para elaborar y embotellar su propio vino y sus 15.000 botellas al año.
Cepas antiguas, incluso centenarias, de Garnacha y Cariñena de donde salen deliciosos y robustos tintos. Pero si por algo destaca Cal Batllet, es por elaborar su vino Escanyavella, un vino blanco único en el mundo elaborado con esta misma variedad autóctona: Escanyavella. Sus viñas, de 90 años de antigüedad, aportan complejidad y profundidad a este vino que ofrece aromas a frutas blancas, mentolados, cítricos y flores secas, con un fondo mineral. En boca es fresco, con una acidez vibrante y un final largo y mineral.
Un vino diferente, pero delicioso, a todo lo que uno haya probado. Gusta o no gusta, pero nunca deja indiferente.
Mas d’en Compte blanc (Cal Pla)
Bajo el nombre Celler Cal Pla, encontramos una bodega con más de 200 años de historia y conocida por su cuidadosa elaboración, ubicada en la localidad de Porrera. De hecho, se fundó en 1814, un momento en el que la región del Priorat estaba viviendo una transformación vitivinícola. El nombre proviene del apellido familiar y a la casa propiedad de la misma familia desde el S. XVIII.
Comprende variedades muy diversas, como la Garnacha o la Cariñena, hasta otras que escasean más como el Picapoll Blanco o el Trepat Blanco. Su vino Mas d’en Compte Blanc es una mezcla de Garnacha Blanca, Picapoll y Chenin Blanc, que sorprende por su gran personalidad. Aromas a frutas blancas y tropicales, flores blancas y un toque de roble tostado. En boca es intenso, con una acidez equilibrada y un final untuoso y persistente.
Sant Antoni (Scala Dei)
La bodega Cellers Scala Dei es la más antigua del Priorat y tiene sus orígenes en 1263, cuando los monjes Cartujanos elaboraban vino. A día de hoy, ha conservado su espíritu tradicional, y es en 1878 cuando embotellan por primera vez vinos bajo el nombre Priorat de Scala Dei, renombrado en 1973 como Cellers Scala Dei.
Los viñedos de Scala Dei, plantados en terrazas a gran altitud, aportan frescura y complejidad a este vino que seduce con su aroma a frutas rojas maduras, especias y flores, y su paso por boca suave y redondo, con taninos aterciopelados y un largo final que deja un recuerdo de frutas y especias.
Uno de sus vinos más emblemáticos, junto con Masdeu, es el Sant Antoni, una expresión pura de Garnacha. De hecho, se trata de un vino que proviene de un solo viñedo y que se remonta a los orígenes de la bodega. Se trata de un vino que nos muestra una de las muchas caras de la Garnacha en función de su elaboración, altura y suelo.
Sant Antoni es seguramente una de las Garnachas más finas y elegantes del Priorat, de nariz perfumada que nos recuerda a rosas, espacias, tomillo, frambuesa y tierra mojada. En boca sigue la elegancia de la nariz, con una textura muy delicada, aterciopelada y sedosa. De fina acidez, frutillos del bosque y de largo sabor.
Cada una de estas bodegas y vinos nos revelan la diversidad y riqueza del Priorat, una región que se distingue por la calidad y singularidad de sus vinos. Tanto si eres un experto o un principiante en la enología, estos siete vinos te invitan a descubrir y disfrutar de la esencia del Priorat.
